Obesidad, un problema bien gordo
Cada año mueren por lo menos 2.8 millones de personas adultas como consecuencia del sobrepeso o la obesidad y va en aumento. Sólo en el 2010 la OMS llegó a contabilizar alrededor de 43 millones de niños menores de cinco años con sobrepeso en el mundo. Es decir, más o menos como si toda la población de Argentina fuera rechoncha.
La obesidad es la
epidemia del siglo XXI. Eso cree la Organización Mundial de la Salud. Es tan
grande el temor a sus consecuencias sociales, de salud y económicas, que
incluso, en un comentario publicado en el Journal of the American Medical
Association, la profesora Lindsey Murtagh y el doctor David S. Ludwig,
investigadores de la Universidad de Harvard, sugieren que los niños con
obesidad severa sean removidos de sus hogares. El motivo, el “fracaso de los
padres para hacer frente a problemas de salud” relacionados con la mala nutrición
de sus hijos. Mas, valgan verdades, este es un problema social. Uno muy gordo.
El sobrepeso y la
obesidad son el quinto factor de riesgo de defunción en el mundo.
La obesidad, del
latín obesitas, es definida como el índice de masa corporal igual o superior a
los treinta kilogramos por metro cuadrado. Esto va para ambos sexos y para
personas de todas las edades. En términos llanos, y según el diccionario médico
Dorland, la obesidad es el aumento del peso corporal “más allá del límite de
las necesidades esqueléticas y físicas, como resultado de una acumulación
excesiva de grasa en el cuerpo”. No obstante, la obesidad mórbida, la que más
vidas se lleva, y en consecuencia, la que más preocupa, es el transtorno que se
caracteriza porque el sujeto pesa dos,
tres o más veces de lo que debería. Nicholas Carr, en su libro SUPERFICIALES
dice : “¿Qué está haciendo internet con nuestras mentes?”, demuestra en
términos generales, que la humanidad por causa de la tecnología, se ha vuelto
más distraído, superficial y torpe.
Si Nicholas Carr
hubiera añadido que la población del mundo es más obesa, tampoco le habría
faltado razón.
- Aumento de la frecuencia de la hipertensión arterial
- Diabetes
- Menor resistencia a las infecciones
- Cálculos biliares
- Aumento del riesgo en las intervenciones quirúrgicas
- Propensión a las enfermedades coronarias
- Artrosis
- Cáncer de riñón y de colón, de mama y del endometrio
- Problemas cerebrovasculares
- Transtornos psicológicos
Por sus formas
clínicas, según de donde provengan sus causas, las obesidades adquiridas se
clasifican en exógenas y endógenas. Las primeras de acuerdo con la enciclopedia
Salvat, pueden estar determinadas por sobrealimentación o por el poco ejercicio
físico, o ambos a la vez. Las endógenas, en cambio, menos frecuentes, son
alteraciones endocrinas. Al parecer inofensiva y otrora símbolo de una persona
feliz y sin privaciones, la obesidad es para alarmarse, pues sus consecuencias
en el organismo son muchas :
Es posible sin
embargo, no sólo sobrellevar esta condición, sino también cambiarla, y mucho
mejor aún, prevenirla mediante un estilo de vida que combine una alimentación balanceada, con ejercicio y control del nivel de estrés.
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